Elogio a la naturaleza.
Están volviendo por fin a las ciudades.
Delfines, jabalíes, osos, pirarucús, pavos reales, inciertos benteveos.
La especie en extinción, cobarde y escondida, escucha apenas las trompetas de los ángeles.
Todavía no lo creen. Las mansas palomas los atacan, los monos se ríen de ellos y los sabios delfines, lejanos hermanos del extinto, los observan con sorna e indiferencia.
Son sus últimos tiempos. Respiran aún, se agitan, poseen la estéril esperanza de Pandora.
Su futuro, una burbuja uterina y aislante. Su presente, un parloteo inmediato, escrutado, dirigido.
Su pasado, un conjunto de ruinas incomprensibles y sin sentido.
“Y soltaron a los cuatro ángeles que esperaban la hora, el día, el mes y el año, listos para exterminar a un tercio de los hombres.”
Apocalipsis 9, 15
Les queda ese alivio.
Jorge Idel. Mi convivencia con seres oscuros. Editorial Puertas Abiertas, Buenos Aires, 2020.